El Brujo Pouget
Finalmente, después de mucho tiempo subo este blog sobre Michel Aimé Pouget, un francés que iluminó gran parte del camino agronómico que Argentina transitó en el siglo XIX. Sus métodos beneficiaron a la región de Mendoza y a toda una generación de viticultores, pero su legado va mucho más allá de llevar el Malbec a Argentina. Abril siempre es un mes oportuno para recordarlo y rendirle homenaje.
A pesar de la importancia de Pouget, es cierto que la información disponible sobre él es limitada y siempre consideré necesario difundir su historia, pero… ¿Por qué? Porque Pouget nos trajo progreso, ¿cómo logró hacerlo? Bueno, hoy me dedico a explorar parte de su trabajo en la Argentina.
Aviso desde el vamos ¡este es un blog sobre historia!. Napoleón Bonaparte, Juan Manuel de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, Pascual Pedro Segura y Justo José de Urquiza son personajes que forman parte de esta lectura.
¡Empecemos!
Emigrar para no ver caer la República
No queda otra más que empezar por el principio, y en esta historia, ese punto se sitúa precisamente cuando Louis-Napoleón Bonaparte III tras dar un golpe de estado en 1851, se convierte en el emperador de Francia. Esto llevó a que muchos republicanos franceses decidieron exiliarse, entre ellos el protagonista de nuestra historia, Michel Aimé Pouget, un destacado ingeniero agrónomo de 31 años con reconocimientos de La Sociedad de Horticultura de París y Central de Francia por su labor sobresaliente.
Así que imaginemos a este talentoso agrónomo, armando algo parecido al bolso mágico de Mary Poppins… ¿recuerdan aquel bolso en la película, capaz de albergar cosas impensadas e increíbles de caber dentro de un bolso? Bueno el bolso de Michel Aimé Pouget fue uno similar, repleto de semillas de todo tipo y por supuesto, esquejes de distintas variedades de cepas francesas.
Y así nomás, nuestro fiel republicano Pouget inició su partida hacia Sudamérica con su bolso mágico.
Los primeros hechizos del brujo fueron en Chile
Dirigentes chilenos de aquel entonces generaron políticas para hacer llegar al país técnicos especializados que los ayuden a mejorar su viticultura. Michel Aimé Pouget arribó a Chile por este motivo y fue contratado por José Patricio Larraín Gandarillas, un caballero chileno que buscaba constantemente surtir a su país de novedades del exterior en materia agrícola.
Gandarillas puso a Pouget al frente de sus cultivos y al poco tiempo nuestro brujo logró milagros desarrollando extensas plantaciones. Uno de los logros más importantes fue introducir las primeras colmenas de abejas, base de la apicultura chilena. Introdujo además variadas especies de horticultura, jardinería y arboricultura. Por supuesto, no olvidemos que varios esquejes de vid fueron parte del bolso mágico que trajo de Francia. Al igual que en los terrenos de Gandarillas, años más tarde Pouget proporcionará significativos cambios en la vitivinicultura chilena dentro de la Quinta Normal de Santiago.
Federales vs. Unitarios
Paralelamente en Argentina, se vivían los enfrentamientos entre Unitarios y Federales. El líder de la facción Federal era Juan Manuel de Rosas, conocido por su poderío militar y por perseguir a los líderes Unitarios. Entre éstos se encontraba Domingo Faustino Sarmiento, quien en aquel entonces era periodista del ejército con el rango de teniente coronel.
La historia es testigo de la victoria de las tropas de Sarmiento sobre las de Rosas en la Batalla de Caseros. Sin embargo, después de la victoria, Sarmiento tuvo desavenencias con el general ganador y futuro presidente, Justo José de Urquiza. Bastó con ese sólo motivo para que Sarmiento decidiera exiliarse en Chile.
Todos estos acontecimientos que les acabo de relatar, terminarían sentando las bases para el encuentro que les relato en el próximo párrafo.
Sarmiento conoce a Michel Aimé Pouget
Durante su estancia en Chile, Sarmiento tuvo la oportunidad de conocer a Pouget y quedó impresionado por las técnicas agrícolas que este ingeniero utilizaba, las especies que había traído de Europa y los resultados que había logrado en la Quinta Normal de Santiago. Siempre visionario, Sarmiento se unió al entonces gobernador de Mendoza, Pascual Pedro Segura, para llevar esta granja de investigación a Argentina.
El 17 de abril de 1853 presentaron un proyecto en la Legislatura Provincial de Mendoza para fundar la Quinta Normal de Agricultura de Mendoza, una institución que se encargaría de la investigación vitivinícola. Sarmiento y Segura lograron persuadir a la legislatura para que confiscara una finca que pertenecía a la iglesia y crearon la Quinta Normal, ofreciéndole al joven ingeniero Pouget el puesto de director. Pouget aceptó la propuesta y llegó a Argentina con su savoir faire y su bolso mágico repleto de provisiones. No olvidó incluir esquejes de vid como Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay y, por supuesto, el que sería su mayor legado: el Malbec.
La celebración mundial del día del Malbec todos los 17 de abril, tiene su fundamento en esa histórica fecha y nunca mejor ocasión para recordar la importancia histórica de Pouget y su aporte en la vitivinicultura argentina.
La Quinta Normal
Si imaginan que Michel Aimé Pouget logró replicar los maravillosos resultados de La Quinta Normal de Santiago en la de Mendoza, lamento decirles que no fue así. En resumidas cuentas, Pouget luchaba por conseguir agua, fondos y ayuda. Trabajaba día y noche, sin descanso ni colaboración. Invertía dinero de su propio bolsillo para comprar árboles y pagar a los peones, ya que el estado no disponía de suficientes recursos. Además de la falta de financiamiento, los dirigentes de la época no tenían la paciencia necesaria para esperar los resultados que la naturaleza requería y se quejaban de los gastos.
Prediciendo el derrumbe de la Quinta Normal, Michel Aimé Pouget decidió comenzar a hacer un espejo de dicha quinta en el terreno de unos amigos. Mientras que la Quinta Normal no presentaba buenos resultados, la quinta espejo de Pouget se caracterizó por tener una viña floreciente, jardines repletos de flores, y colmenas productivas que generaban excelente miel y cera de alta calidad.
Tras tres años de operación de la Quinta Normal, el gobierno había invertido unos cuantos miles de pesos, sin haber podido obtener frutos satisfactorios y, como resultado, el estado de la finca se había deteriorado. Durante los dos últimos años de su trabajo, Pouget recibió menos del 50% de su salario acordado. Pouget terminó siendo acusado de malversación de fondos, lo que motivó a que decidiera defenderse presentando un contundente alegato. Ante la falta de apoyo desde el inicio, seguido de las acusaciones que recibió, nuestro brujo Pouget decidió dejar su trabajo en el estado.
Un poco más que el padre francés del Malbec
Durante su tiempo trabajando para el Estado y después de su servicio público, Pouget introdujo en Argentina una gran cantidad de semillas y estacas útiles. A través de trueques con Europa, Pouget recibía provisiones que luego enviaba de regreso a Europa en forma de muestras de la flora regional de Argentina.
Solía realizar viajes periódicos a Chile y al Litoral en busca de nuevas provisiones. Sus esfuerzos resultaron en una preciosa carga de valor incalculable, puesto que, estos abastecimientos se multiplicaron al infinito en beneficio de todos.
Proveedor de espíritu progresista, Pouget llevó a la Quinta Normal decenas de robles, fresnos, olmos, tilos, castaños de la India y de Chile, tamarindos, acacios, nísperos, avellanos, plátanos veríais del japón, olmos de judea, ciento veinte y cuatro especies de uvas, higuera blanca de breva pinvinet, arces negondo, arce sicomoro, nogal del Tucumán, beteraba de azúcar, y cualquier otra semilla que pudiera adquirir por medio de sus contactos y relaciones. Pouget demostró una capacidad excepcional en la introducción de especies hortícolas y árboles en Argentina. No puedo dejar de mencionar que Michel Aimé Pouget también introdujo algunas de las primeras colmenas de abejas en el país y organizó la apicultura, lo que resultó fundamental para la zona.
El secreto del brujo
Después de haber cumplido con su trabajo para el estado, Pouget inició una etapa muy especial en la que merece nuestro más sincero agradecimiento. Este ingeniero comenzó a brindar educación gratuita a toda una generación de jóvenes agricultores en su quinta espejo, lo que constituyó un legado invaluable para la agricultura de la época. 🙌 ¡Grande Michelito!
El apodo de “el brujo”, que le atribuyeron en su época, hace referencia a los aportes de Pouget en cuanto a la creatividad para injertar plantas. Fue él quien enseñó el arte del injerto en aquel momento agrícola de Mendoza y sus experimentos son célebres: desde sus duraznos con sabor a frutilla hasta los perales enanos que daban frutas de tamaño normal y debían sujetarse para no quebrar al pequeño árbol.
Creo que si bien su apodo puede guardar relación con las maravillas que conseguía, me parece importante destacar que el éxito de Michel Pouget no se debió a ninguna magia ni hechizo, se debió a su inteligencia, capacidad y dedicación incansable para hacer florecer sus fincas. Trabajó arduamente para progresar, poniendo todo de sí mismo en cada proyecto que emprendía. Su legado es un ejemplo de perseverancia, innovación y pasión por la labor agrícola que me inspiró a escribir el blog del día de la fecha.
¡Espero les haya gustado!