Yūgō Omakase en Pilar
Hoy decidí escribir sobre una experiencia de restaurante increíble que tuve días atrás. No se trató de cualquier lugar, sino de uno muy especial llamado Yūgō Omakase.
Al entrar en Yūgō, uno inmediatamente olvida el tipo de día que tuvo hasta ese instante, es como verse inmerso en una especie de estado mental, lo voy a llamar “entrar al modo Yūgō”. Apenas crucé la puerta, fui recibida por los maestros itamaes al son de ¡¡Irasshaimase!! Como si de un instrumento musical se tratará, dándome la bienvenida en japonés.
Hay muchas cosas para contarles sobre este sitio. ¡¡Empecemos!!
El concepto omakase
Este concepto hace referencia a una experiencia culinaria japonesa.
A diferencia de otros restaurantes, el servicio en un restaurant omakase se da alrededor de una barra. Dentro de ésta, encontramos al maestro itamae – el chef a cargo del servicio – quién sirve distintas preparaciones basadas en la estacionalidad de los ingredientes, elaborados con técnicas japonesas que adquirió a lo largo de los años.
Aquí no hay menúes. En un omakase “dejamos que el maestro itamae decida qué es lo mejor” y así nos preparamos para disfrutar de la velada.
Se da una conexión especial con estos maestros. Verlos maniobrar sus cuchillos, darle la forma correcta al arroz, entender el tiempo que toma armar una sola preparación y todos los ingredientes que la forman. Poder al mismo tiempo, entablar una conversación con ellos y te relaten de dónde fue traída tal pieza de pescado o quizás que te digan que la nota mentolada que estás sintiendo en la preparación, proviene de la hoja de oba. Sin lugar a dudas, todos estos elementos la convierten en una experiencia gastronómica especial.
La riqueza del “nosotros” en Yūgō
Cuando exploran una web ¿se detienen a leer la solapa del “Nosotros”? Me refiero a aquella en donde uno puede leer sobre los valores de la marca y su filosofía, además, es dónde encontramos la presentación de las personas involucradas en el proyecto. Si como yo, son de ir a leer esta solapa, les cuento que el Nosotros de Yūgō posee mucha riqueza. Les detallo más debajo.
Su filosofía
En Yūgō buscan la fusión de la cocina japonesa con la riqueza de los productos argentinos más frescos del mercado para crear un sushi criollo. Sin embargo, no sólo la frescura del producto es importante, las técnicas empleadas por los maestros itamaes, permiten ofrecer una experiencia única.
Los Socios
Quienes idearon Yūgō son dos gastronómicos de pura cepa. Por un lado, Andrés Porcel, quién con una carrera en finanzas, decide convertirse en restauranteur y en 2006 abrió el exitoso restaurante Chila – ubicado dentro de los Latam 50 Best Restaurants desde 2013 y miembro de Relais & Châteaux desde 2017 -.
El otro socio es Pedro Bargero, Chef Ejecutivo de Chila, con una trayectoria laboral que no sólo está centrada en Argentina, también sumó experiencias en importantísimos restaurantes de Francia y Rusia con estrellas Michelin. Por si fuera poco, Pedro está detrás de Aloja Fermentos, una empresa dedicada a la elaboración de Kombuchas y junto a colegas amigos, creó Cardumen, una revista de cultura gastronómica hecha por gastronómicos.
Los Maestros Itamaes
Aquella noche en que fui a cenar, la versión femenina era aportada por Ayumi Sokei, una joven japonesa nacida en Okinawa, cuya familia emigró hacia la Argentina cuando ella tenía tan sólo 8 años. Ayumi explica en detalle todo lo que le preguntan. Es ágil, ordenada y si bien la vi trabajando muy enfocada, dándome la sensación de un temple serio, hubo momentos en donde la vi riéndose junto con sus comensales.
Por otro lado, quién me brindó servicio esa noche fue Gustavo Kitayama, persona que merece un capítulo aparte. Nació en Rosario y para poder hablarles sobre su rol en Yūgō, voy a usar la ayuda de la música.
Gustavo es, por un lado, el director de la orquesta, aquel que estudia la partitura y gracias al análisis en su mente, construye una armonía lograda en 20 piezas musicales – podríamos llamarlas también 20 delicias saladas y dulces – él es quién dirige la batuta. Afortunadamente, es al mismo tiempo, aquel solista en la banda, capaz de ejecutar la melodía dominante con experticia y sin desafinar.

Quienes, como yo, vivieron alguna vez en el barrio de Belgrano, o al menos frecuentaban la zona, recordarán aquel restaurant escondido dentro de un jardín sobre la calle Virrey del Pino. Aquel restaurant llamado Kitayama, pertenecía a su familia, allí fueron sus comienzos. Gustavo tuvo la oportunidad de viajar por el mundo para formarse profesionalmente, adquirió experiencias en Japón, Barcelona y Australia. Uno se hipnotiza viendo a Gustavo trabajar, el amor puesto en la tarea y la entrega al trabajo que inicia por la mañana, cuando personalmente busca los pescados frescos para presentar en la cena.
Un excelente servicio ante todo
Ultimo, pero no menos importante, Valentina Aguirre es quién te recibe en la puerta de Yūgō, ella brinda de forma ordenada y silenciosa el resto del servicio necesario para que la magia ocurra. Empezó a estudiar la carrera de Sommelier y es quién te asiste en todo momento con las bebidas. ¡Una genia!
Comer en Yūgō
Cenar en Yūgō me dejó un mensaje sentido sobre las bondades de nuestro país. Estuve algo más de dos horas y media probando 20 preparaciones elaboradas delante de mis ojos. Gustavo comenzó sirviéndome un Agua de tomate infusionada con flores de jazmín y aceite de Shiso. Y así sin más, empezó el viaje. Ostras, Girgolas, Lenguado, Truchón, Vieiras, Pulpo, Langostinos y Pacú son sólo alguno de los protagonistas en las preparaciones. Pero no todo proviene del mar y del río, además podés probar, por ejemplo, nigiri con molleja asada o un nigiri elaborado con ojo de bife de Wagyu.
Les muestro algunas fotos que saqué de los platos





Beber en Yūgō
La carta de bebidas en Yūgō es concisa y son todas grandes opciones. Respecto de las bebidas sin alcohol, destaco la Kombucha de Aloja Fermentos, algo diferente para probar. Al final de la cena, pueden optar por cafetería de Nespresso que les llegará servida en la colección de copas de cristal Reveal Riedel, llevando el momento del café a toda una nueva experiencia organoléptica superior. Por otro lado, ofrecen los tés de la marca Tealosophy, Valentina te acerca todas las bolsas de los tés para que las huelas y elijas tu favorita. ¡It´s all about the details!
Encontré en la carta de vinos, grandes productores. Los hay por copa y por botella. Espumosos, blancos, rosados y tintos en ambas versiones. Marcas como Baron B. Extra Brut, o el Chardonnay de Bramare. Me agrado mucho ver el Cadus Signature Series Criolla, que es un varietal tinto que va muy bien con estas preparaciones al igual que las opciones de Pinot Noir que se encuentran. Hay vinos icónicos como el Adrianna Vineyard White Stones Chardonnay y líneas de esa misma bodega como el DV Catena Blanco Histórico Apelación Agrelo y varias otras opciones más.
¿Buscas champagne francés? Quédate tranquilo, tienen Veuve Clicqot. ¿Buscas algún Sake? También ofrecen Sake, esa noche yo probé el Kiku-Masamune Junmai que lo sirven en una medida de 150ml. ¡Los invito a que se animen a probar esta bebida!
¿No te gusta el vino? No hay problema, tienen diferentes líneas de la cervecería Juguetes Perdidos y para finalizar la cena, si uno opta por los whiskys, hay varias marcas famosas y felizmente uno puede sumergirse en increíbles productos de Japón, como los Nikka Coffey Malt y Nikka Coffey Grain o del productor Suntory tienen el The Yamasaki 12 y el Hibiki Japanese Harmony Master´s Select.
A tener en cuenta
- Reservas: Pueden ingresar a yugo.meitre.com para hacer reserva online. Sólo reciben a 12 personas por noche y esto hace que sea un lugar donde deben adelantarse a reservar al menos unos 10/12 días por anticipado a la fecha que quieren ir.
- Estacionamiento: Yūgō queda dentro de un complejo llamado “Estación Pilará” y cuenta con estacionamiento gratuito y seguridad vigilando todo el perímetro.
- Restricciones Alimentarias: Importantísimo aclarar al momento de hacer la reserva si alguien posee alergias o restricciones alimentarias y así poder ser considerado por los maestros itamaes al momento de preparar el menú.
- Tiempos/Horarios: Hay dos turnos: 2030hs y 2045hs. Es de CRUCIAL IMPORTANCIA LA PUNTUALIDAD, ya que los maestros itamaes no comienzan su servicio hasta no completar su cupo de 6 comensales. Hay una tolerancia de 15 minutos, pasados éstos, el maestro comienza su servicio para no hacer esperar de más al resto de las personas que llegaron puntuales. Ya sabes ¡A ponerse las pilas y llegar en horario!
- Valor del Menú: El valor fijo del menú incluye las 20 preparaciones (entre saladas y dulces) y el servicio de agua ilimitado. En estos momentos el valor del menú es de $8750 por persona.
Espero hayan disfrutado de esta lectura. Ahora les consulto a ustedes ¿Ya conocen este lugar? ⭐ 🥂 ¡¡Los leo!! 👇