Los varios sentidos de la mineralidad
Hoy escribí sobre la mineralidad en los vinos. 🙌 Surgen a diario lecturas al respecto y es un tema ampliamente debatido. Tiene larga data la falta de consenso sobre el real significado del término. En esencia el problema radica en comprender bien a qué se refiere el término mineral en sí.
Al hablar sobre mineralidad la conversación puede darse en 2 sentidos diferentes, los cuales suelen confundirse, arrojando poca claridad al asunto. Quién hoy esté interesado en saber un poco más sobre este tema tan habitual en el mundo del vino, quizá encuentre interesante esta lectura.
¡¡Empecemos!!
Mineralidad: un descriptor del mundo del vino
En términos generales, cuando nos referimos a notas minerales en el vino, nos encontramos frente a vinos que presentan notas aromáticas de piedras húmedas, pizarra, granito, pedernal o carbón por citarles algunos ejemplos.
A diferencia de otros descriptores, el uso del término “mineral” o “mineralidad”, nos acerca a una relación casi física con el lugar. Siendo justos, el término mineral es además usado para referirse a la acidez del vino y quizás hasta para hablar de la pureza sensorial de ciertos vinos. Realmente creo y repito, hace falta un consenso. Si consultan hoy a diferentes personas del mundo del vino, qué es lo que entienden por mineralidad, probablemente obtengan respuestas distintas.
Empecemos a desmitificar ciertos aspectos. Existe esta idea de que el sabor mineral del vino se debe, por ejemplo, al suelo pedregoso del cual procede, entendiendo que sus minerales fueron transmitidos a la vid desde el suelo. Encuentro bastante seguido escritos – además de cruzarme con charlas – donde se aseveran este tipo de ideas y hoy les cuento porqué esta creencia está alejada de la realidad.
Nutrientes vs. Geología
Empecemos abordando los diferentes sentidos del término mineral. Por un lado, la vid necesita nutrientes para crecer, nutrientes que son originados en gran parte en el suelo, y estos suelen ser denominados nutrientes minerales. Por ejemplo – el nitrógeno, el fósforo y el potasio – son algunos de los más importantes para la vid. En este ejemplo, estamos refiriéndonos a la mineralidad como nutriente. Y este sentido nutricional del término mineral, es muy distinto de cuando hablamos de los compuestos que forman las rocas y la estructura física de los suelos, la cual hace referencia a la mineralidad geológica.
Entonces los minerales – geológicos y nutritivos – distan entre sí y suelen mezclarse generando confusión. Es importante remarcar que la vid puede absorber minerales nutricionales, pero no absorbe minerales geológicos, y definitivamente no absorbe rocas.
Los dispositivos selectivos de la vid
Me topé en varias ocasiones con escritos de Alex Maltman, geólogo y profesor emérito del Reino Unido, docente con una larga trayectoria en investigación. Maltman ha sido colaborador en dos de las enciclopedias más consultadas en el mundo del vino: el “World Atlas of Wine” y “The Oxford Companion to Wine”. Por si no alcanzarán estos datos, este geólogo cultiva vides y elabora vino. Todo su conocimiento sobre la geología del viñedo lo comparte en un libro llamado “Vineyards, Rocks & Soils The Wine Lover´S Guide To Geology”, donde detalla varias razones del porqué no es posible que los minerales del suelo sean captados y percibidos en nuestra copa de vino.
“Es un error común creer que las raíces de la vid simplemente absorben, cual papel secante, todo lo que la geología les arroje” señala Maltman
Relata que la vid cuenta con un arsenal intrincado y sofisticado de dispositivos selectivos. Cuando el agua ingresa a las raíces de la vid, encuentra una serie de gradientes químicos, mecanismos metabólicos y “pantallas” biológicas que seleccionan cuál de los elementos puede atravesar y ser transportado al sistema de la vid. Agrega que el abismo de minerales geológicos y nutrientes se extiende a medida que la vid distribuye los elementos absorbidos de forma diferente entre los tallos leñosos, los tejidos de las hojas, e incluso dentro de una uva. Para finalmente sumarle los cambios que sufre ese jugo de uva al avanzar la vinificación. Las proporciones de nutrientes minerales en una copa de vino tienen solo una relación compleja, indirecta y distante con los minerales geológicos del viñedo resume con convicción Maltman.
Perfil Profesor Alex Maltman Universidad de Aberystwyth
¿Sirve seguir utilizando el término mineral al hablar del vino?
¡Por supuesto que sí! El vocabulario en el mundo del vino es amplio y rico. Quedará a gusto personal hacer uso de él o no. De una forma u otra, al describir un vino es importante sentirse cómodo e ir formando un vocabulario propio que nos permita expresar lo que percibimos de la mejor forma posible. Descriptores como “piedras húmedas” o “pedernal” terminan siendo términos figurativos que nos ayudarán a formar una asociación con un lugar, más que tratarse de descriptores literales del sabor a un suelo.
Creo que aún hay muchísimas cosas por conocer respecto de este tema y seguiré aquí aprendiendo de ellas mientras disfruto mi copa de vino. 🍷❤️ Personalmente, uso bastante seguido el término mineral al hablar del vino. Ustedes… ¿lo utilizan también? ¡¡Los leo!!